OPINIÓN
DISCRIMINACIÓN EN INVERSIONES PARA EL FERROCARRIL
VALENCIANO
Las
últimas noticias del Ministerio de Fomento sobre posibles supresiones de
servicios ferroviarios de cercanías y regionales fomentan la indignación de los
ciudadanos que los utilizan para ir al trabajo, estudios, compras y ocio.
Mientras al organismo gubernamental, siguiendo la tónica de los sucesivos
gobiernos desde los años noventa del pasado siglo, le complace invertir muchos
millones de euros en la construcción de líneas férreas para alta velocidad con
trazado radial desde Madrid, el AVE para todos y con previsto fuerte déficit de
algunos trazados desde su apertura al servicio, continua escatimando las
inversiones en los itinerarios donde circulan trenes de cercanías y regionales,
los que utilizan más del 80 por ciento de los clientes.
Más de dos decenios con escasa preocupación, aunque
con importantes diferencias entre comunidades autónomas, para acondicionar
trazados y poner vehículos acordes en líneas sin electrificar de la red complementaria,
y ahora el ministerio por mediación de Renfe quiere aprovechar la lógica
pérdida de usuarios que utilizan otros medios de transportes por deficiente
oferta para suprimir servicios como paso previo para el cierre de líneas y
sustituirlos por autobuses de empresas privadas.
En cuanto
a las vías férreas de la Comunidad Valenciana de ancho ibérico y sin
electrificar han quedado como papel mojado las numerosas manifestaciones sobre
proyectos para ponerlas al día con variantes, nuevas vías y trenes acordes en
prestaciones y capacidad respecto al potencial de viajeros de las líneas a
recorrer. Forma de actual que ha recordado la cantidad de líneas y servicios
suprimidos en España a partir de enero de 1985 como consecuencia de la
sustitución a partir de 1982 de los ágiles y baratos ferrobuses por grandes y
pesados automotores, los que todavía circulan en las líneas valencianas, que
pusieron muy negativos los coeficientes de explotación en tramos con poca
densidad de población.
Aunque en España han habido diferentes formas
de actuar: mientras en la Comunidad Valenciana
con la oposición en el Gobierno Central han ido a la greña, esperando quien
comenzaba las obras y quedando éstas sin realizar, y con iguales siglas en
Madrid tragan con todo, en Andalucía consiguieron evitar cierres y transformar
en gran transversal (Almería-Granada-Sevilla) lo que eran tramos con estaciones
en fondo de saco mediante actuaciones al unísono con Renfe primero y Adif
después. Supresiones de retrocesos, sustituciones de vías y puesta en
circulación de nuevos trenes: primero los hijos y posteriormente los
nietos y los bisnietos de los automotores que están circulando desde el año 1982, algunos
reconstruidos y otros mantenidos, entre Xàtiva
y Alcoy, Alicante-Elche-Murcia, Valencia Nord (actualmente suprimida hasta
Sant Isidre) y Utiel, y Valencia-Caudiel. Mientras en las líneas
valencianas continúan en servicio viejos trenes que han demostrado sobradamente
su robustez pero inadecuados para líneas tortuosas y de duro trazado, son también
diesel nuevos los que han acortado tiempos de viaje entre La Coruña-Santiago -Pontevedra-Vigo,
Madrid-Salamanca y otras líneas españolas mediante acuerdos entre Renfe y las
comunidades autónomas correspondientes para mejoras en material y vías. Para
que luego digan que no estamos
discriminados los habitantes de la Comunidad Valenciana.
Por ello
el potencial de viajeros de las líneas de aquí está desaprovechado, incluso en
la línea Alicante-Murcia, por la falta de competitividad de los servicios ferroviarios
frente a los transportes públicos y privados por carretera. Hay que reconocer
que en muchos casos son verdaderos amantes del medio los que utilizan los
trenes de algunas líneas, por su lentitud, escasos o inadecuados horarios y transbordos, ya que éstos penalizan la
captación de viajeros.
El
anunciado mercado libre para viajeros en el año 2013, pero de verdad no como en
el pasteleo de las mercancías, debería permitir que además de la gestora actual
otras empresas oferten servicios para que los clientes potenciales puedan
elegir los que más les interesen, como ocurre con la aviación y la carretera.
Antes de suprimir servicios ministerio y gestores ferroviarios deben analizar y
corregir los motivos por los que no son atractivos los actuales servicios
ferroviarios (vías viejas, variantes sin realizar, retrocesos sin corregir,
transbordos, falta de enlaces, horarios sin pensar en las necesidades de los
usuarios y trenes inadecuados al potencial de transporte captable y al trazado
de la línea) y dejar el camino abierto a empresas que se puedan adaptar al
déficit tolerado teniendo en cuenta los beneficios que conlleva de rapidez,
economía y mejora medioambiental un ferrocarril actualizado en cercanías y
regionales.
Tanto
Fomento como los gestores ferroviarios actuales no se quieren enterar que en el
competitivo mercado del transporte el potencial del tren, si los servicios son
de calidad, está en cercanías,
regionales y en largo recorrido hasta poco más de tres horas de viaje. Por
ello, no es de extrañar que Renfe esté estudiando la supresión de los nocturnos
trenes-hotel por el continuo descenso de viajeros ante la competencia del
avión, con menor tiempo de viaje en vuelos de bajo coste.
Es más, si los gestionadores ferroviarios
tienen que cumplir con la obligación de rentabilidad en largos recorridos la
perspectiva de supresiones futuras podrían incluir trenes de líneas de alta
velocidad en servicio, en terminación o en fase de construcción
Por ello, es inaudita y descabellada la
tozudez del Ministerio de Fomento en continuar las costosas inversiones
iniciadas por el anterior gobierno central para líneas de alta velocidad con
dudoso porvenir mientras aumenta el ninguneo gubernamental hacia la Comunidad Valenciana
prolongando el retraso de obras en curso y el comienzo de otras urgentes,
mientras el Consell considera “lógicas” las actuaciones y manifestaciones
ministeriales. Como por arte de magia, sus bravías y justas reivindicaciones al
gobierno central anterior se han convertido en supersumisas contestaciones
hacia los actuales gobernantes españoles, incluso apoyando actuaciones que nos
perjudican.
No es
novedad aquí. Si se consultan las hemerotecas desde el siglo XIX se comprueba
que la antaño Región Valenciana y actual Comunidad Valenciana ha sido frecuentemente
burlada en cuanto a inversiones ministeriales de todo tipo por falta de
“agallas” y unión reivindicativa de políticos y entidades empresariales
valencianas.
Esteban Gonzalo Rogel
Publicado
Top Turisme 13-09-2012