Alicante, Murcia, Valencia (las tres en el Corredor Mediterráneo) y Valladolid son las únicas ciudades españolas con más de 300.000 habitantes que no tienen construidas sus proyectadas estaciones soterradas. Para que luego digan que no nos postergan.
Hace
poco más de un mes estuvimos, mi mujer y yo, en Málaga para unos días de
asueto. En un cómodo viaje de cuatro horas y 15 minutos recorrimos 650 km.
desde Valencia, tiempo en el que está incluida una corta espera de ocho minutos
en Córdoba para transbordar al tren que procedente de Madrid seguía hacia la
capital de la Costa del Sol y varias paradas.
Llegamos
soterradamente a la nueva y gran estación María Zambrano, que incluye el centro
comercial Vialia y en superficie es término para los trenes de las líneas de
alta velocidad y convencional hacia Córdoba y Madrid, mientras en trazado
subterráneo estación de paso para los convoyes de cercanías que remontan el
valle del río Guadalhorce hasta Alora y la línea suburbana que pasando por el
aeropuerto, Torremolinos, Benalmádena y una retahíla de urbanizaciones recorre
31 kilómetros de la Costa del Sol hasta Fuengirola, donde una pequeña estación
de autobuses permite continuar viaje hasta Marbella, Mijas, San Pedro de
Alcántara, Ronda y otros municipios. He dicho de paso ya que los trenes de
cercanías y suburbanos prolongan soterradamente su recorrido hasta la estación
Málaga-Centro que esta ubicada en el linde oeste del centro histórico de la
ciudad.
Pegada
a la estación de trenes está la de autobuses y en obras, recientemente
paralizadas, la construcción de una línea de metro ligero para facilitar los
desplazamientos este-oeste de la ciudad.
Tanto
en los servicios regionales como en los de cercanías y suburbanos circulan
trenes de última generación de Renfe sobre modernas vías. En la línea de la
costa la frecuencia es de veinte minutos
en cada sentido de circulación, lo que permite los tramos de doble vía que han
podido ejecutar en los últimos decenios por falta de previsión en los años
setenta del siglo veinte. Sencillas estaciones, tramos soterrados desde el año
2.000 a su paso por núcleos de población y enorme afluencia de viajeros ( 9
millones en 2012) con elevado porcentaje de extranjeros. Desde 1975 es un
ferrocarril de ancho ibérico por transformación de La Cochinilla, una línea de
vía estrecha cuyo proyecto en 1916 era llevarlo hasta Algeciras y Cádiz, aunque
ahora sólo quieren prolongarlo 36 km. más hasta Marbella.
Magnífico,
toda la planificación ferroviaria terminada, no como en mi Comunidad,
inacabadas y con servicios desperdigados. Sensación de enfado y sana envidia,
por lo que nos han postergado hasta ahora y encima vendiéndonos como un gran
favor lo que nos hacen. Alicante, Murcia, Valencia (las tres en el Corredor
Mediterráneo) y Valladolid son las únicas
ciudades españolas con más de 300.000 habitantes que no tienen
construidas sus proyectadas estaciones soterradas y con el mismo
argumento, no hay dinero, aunque para las de la Comunidad Valenciana el
Ministerio de Fomento se apoyaba en la construcción de muchas viviendas en los
terrenos liberados en superficie. Como se terminaron las vacas gordas de la especulación y
construcción inmobiliaria, retraso en la terminación de nuestras líneas de alta
velocidad y no hay más dinero, pero si queda para continuar con inversiones en
infraestructuras que serán ruinosas desde su inauguración por largos recorridos
y floja potencialidad de viajeros, que además tendrán que soportar la
competencia en precios y tiempo con aviones y autobuses, principalmente en
Galicia, pero también en Asturias, Cantabria y Extremadura. Nunca han querido
tener en cuenta que los trayectos desde Madrid hasta Alicante y Valencia
siempre han sido de las cuatro líneas mejores de España, del triángulo de oro
de Renfe, aunque en inversiones ministeriales como si fueran de hojalata, no
tenían en cuenta las sugerencias de la gestora ferroviaria.
POR
FIN LA ALTA VELOCIDAD
Tras muchos años de retraso ( la
primera traviesa en 2004) llega la alta velocidad a Alicante, pero a una
adaptación de sus instalaciones ferroviarias hasta que con acuerdos en diseño y
económicos construyan la definitivas. Pero aquí la estación de autobuses está
distante, para utilizar el suburbano y continuar viaje a municipios de la Costa
Blanca hay que arrastrar desde los andenes y durante medio kilómetro (además de
la calle también cuentan andenes, pasillos y vestíbulos) las maletas o tomar un
taxi hasta la flamante estación en la plaza de Los Luceros (problemas que
comentó Juan Díaz el pasado día 19 de mayo en este diario), y únicamente tienen
mejor solución quienes quieren continuar hacia Elche y Orihuela, ya que sólo
cambiarán de andén y sin coste adicional (como tampoco les cobrarán en la línea
de FGV por acuerdo con Renfe) continuarán viaje en tren histórico, en las
unidades diesel más viejas de España.
Lo que dijo la Consellera de
Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, el pasado día 15
sobre intermodalidad hacia Benidorm y otros municipios de la Costa Blanca sería
coherente si como sugirieron en marzo de 2011 hubieran construido un apeadero
en el túnel, que desde el año 2010 está terminado, para soterradamente enlazar
con la estación actual de Adif. Como, desafortunadamente, la falta de dinero va
para largo, creo que la adaptación de un apeadero sin alardes arquitectónicos
sería una adecuada solución hasta que lleguemos a años mejores. Entretanto, en
la situación actual, la mejor opción son autobuses que desde la estación de
Adif lleven a los viajeros con equipajes a sus destinos vacacionales con las
menores incomodidades posibles.
APORTES
DEL AVE
No
lo he visto publicado todavía, pero es posible que en breve plazo de tiempo las
autoridades alicantinas y autonómicas aplaudan, como ocurrió en Valencia, que
los nuevos servicios de alta velocidad son magníficos para que desde Madrid los
utilicen para embarcar en los cruceros que atraquen en el puerto. Estupendo
para la gestora ferroviaria, pero el único negocio local posible serían los taxis
que llevaran a los viajeros entre la estación y el barco o viceversa. Aunque
puede ocurrir que ni eso, con las ofertas de autobuses para el recorrido
Madrid-barco o retorno, sin la comodidad del tren pero sin la molestia del
trasbordo y el coste añadido estación-barco. Y posiblemente muy barato,
teniendo en cuenta que tan pronto lo anunciaron tras la inauguración del AVE
Madrid-Valencia una conocida empresa de autobuses vió negocio y ofertó por
treinta euros el viaje Madrid-barco o viceversa.
EN EL CORREDOR MEDITERRÁNEO A LA ESPERA
En Valencia para los viajeros el desastre es
mayor: dos estaciones distantes 800 metros cuya incomodidad intenta
minimizar Adif con un autobús lanzadera entre ambas, la terminal para alta
velocidad Joaquín Sorolla ubicada a unos 300 metros de la entrada a la estación
Joaquín Sorolla-Jesús de la línea 1 del metro y la terminal de autobuses en el
norte de la ciudad a dos kilómetros de la de trenes, pero con un recorrido
previo de otros 300 metros desde la estación Turia de la misma línea del metro
arrastrando las maletas (aunque más cómodo que antes a pulso). En cuanto a las
cercanías cuatro línea en Valencia Nord y otra, la de los maltratados trenes de
Utiel y Cuenca en Sant Isidre, con transbordo obligado a metro o autobús urbano.
Como sucede en Alicante las obras pendientes, estación y túnel pasante, una
incógnita.
Respecto
a Murcia, también en el Corredor Mediterr[aneo, les han dicho que no hay
dinero, que pueden hacer una provisional lejana, en Los Dolores. Fomento olvida
que el siglo XIX ya pasó y estamos en el siglo XXI, donde para competir en
transportes de superficie la centralidad es una de las cartas principales.
Felicidades Alicante con lo de ahora
pero sin dejar de continuar “ pegando en el clavo “ para conseguir lo que
falta.
Esteban
Gonzalo Rogel
Publicado en Topturisme.com el 16-06-2013