Largo periodo de tiempo resumido en paneles, casi un
centenar de fotografías, relojes, campanas, billetes, planos, numerosos
documentos y dos audiovisuales, para apreciar el enorme cambio habido en siglo
y cuarto en un línea férrea construida para facilitar el transporte de
productos agrícolas, principalmente cebollas y naranjas, para su exportación
por el puerto de El Grao de Valencia, y la movilidad de los habitantes de
Burjassot, Paterna, L’Eliana, La Pobla de Vallbona, Benaguacil y Llíria, que
desde el 8 de octubre de 1988, otro cercano aniversario, está incluida, conjuntamente con los antaño trenets
Valencia-Bétera y Valencia-Villanueva de Castellón, en la línea 1 del metro,
que el año pasado fue utilizada por 18,3 millones de viajeros, el 30 por ciento
de los llevados por la red del metro-suburbano de Valencia.
“El trenet del Túria, 1888-2013,
Valencia-Llíria”, muestra organizada por FGV en colaboración con
Vossloh, repasa la larga historia del
primer ferrocarril de vía estrecha de la Comunidad Valenciana que ha llegado a
la importante meta del siglo y cuarto, ya que de los tres anteriormente
construidos el de Villena-Alcoy-Yecla fue clausurado al no poder competir con
la carretera y los de Silla-Cullera y Carcagente-Denia fueron sustituidos por
trazados con ancho ibérico, excepto la continuación entre Gandía y Denia que
está pendiente de ejecución desde 1974 sin que nadie aclare los motivos de la
postergación.
La muestra incluye una selección de
fotografías de los trenes que han circulado en la línea de Llíria,
pertenecientes a la colección del fotógrafo amateur Enrique Andrés Gramage, que
posee una colección de más de 16.000 instantáneas. Fotos que el visitante ve
aparecer como si estuviera asomado a la ventana bajada del pasillo lateral de
un coche de viajeros.
Horarios visita: lunes a viernes de 10 a 14 horas
y de 17 a 20.
01-10-2013
Esteban Gonzalo Rogel