Concluida su jornada laboral,
que es partida siguiendo la tónica empresarial actual, Antonio baja a la
estación Colón, sin mirar los restos de la puerta de los judíos de tan vistos
que los tiene, conforma su billete multiviajes y accede al andén del “metro”
que le retornará a su casa en Riba-roja.
La frecuencia de trenes es de
2,5 minutos entre Alboraya-Valencia-Quart de Poblet y de 10 minutos recorriendo
toda la línea entre Puçol-Hostalets y Llíria por Riba-roja. Cadencia de las horas
punta que disminuye en las de menor afluencia de viajeros.
El ágil tren se detiene en las
estaciones de Xátiva, Ángel Guimerá, Avinguda, Nou d’Octubre, Mislata, Nuevo
Cauce, Quart, Barranquet, Manises, Aeroport, La Cova, La Presa, Masía Traver y
Riba-roja villa.
Tiempo para releer el diario,
que compró durante la hora y media de parada laboral para la comida, y elegir
el programa más aceptable entre los que ofrecen numerosas cadenas de televisión
para cuando se repantigue en su casa en el sillón preferido o mientras cenan.
Con rápidas aceleraciones,
potentes deceleraciones y breves paradas, el tren va dejando atrás las
estaciones soterradas hasta el Aeropuerto, donde termina la doble vía y por
única continua en superficie. Después algunas industrias, retazos de naranjos y
otros cultivos, pero principalmente áreas residenciales hasta Riba-roja.
Seguidamente otra vez cultivos y las estaciones de Vilamarxant y Llíria, ambas
con aparcamientos de disuasión y coordinación con líneas de autobuses, y en la
segunda también enlace con la línea a Valencia por Paterna.
Al detenerse el tren en
Riba-roja Parque termina para Antonio el viaje de hoy. Un corto paseo le lleva
a su unifamiliar. Después corto tiempo de asueto, cenar con la familia, algo de
tele, lectura u ordenador, y a descansar para tomar hacia Valencia el tren de
las siete de la mañana.
Se termina el viaje y el
sueño, porque ha sido el sueño de un suburbano de un probable proyecto como
prolongación del metro que en el próximo octubre llegará hasta la avenida del
Cid y en 1999 hasta Mislata.
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Este relato corto lo publiqué,
con retraso sobre lo previsto, en el Boletín de AVAF de octubre 1998. Tras los
muchos años transcurridos parte del sueño es realidad: desde el 2007
hasta el aeropuerto de Manises (1) y la continuación hasta el polígono
industrial de Riba-roja (Un kilómetro antes de la antigua estación a donde
llegaban los trenes de Renfe) desde el día 6 de este mes.
En cuanto a prolongaciones, el
tramo de 799 metros hasta la primera estación urbana definitiva, Riba-roja 1,
debería ser de rápida licitación y ejecución para mejor competitividad de la
línea, mientras que para la realización de las restantes secciones está el
inconveniente de la delicada situación económica del Gobierno Valenciano.
(1) Aunque con una diferencia,
Aeroport ha quedado como final de línea en fondo de saco, y en Rosas, la
anterior estación, se desvía la continuación hasta Riba-roja.
Esteban Gonzalo Rogel 14-03-2015