domingo, 23 de junio de 2013

BENALÚA, FINAL FELIZ PARA UNA VIEJA ESTACIÓN


Desde el primero de abril la estación de Benalúa es sede oficial en Alicante de la Casa del Mediterráneo, que según Alberto Fabra, Presidente de la Generalitat Valenciana (Top Turisme 02-04-2013), es un nuevo puente de futuro para el crecimiento económico y social de la Comunitat Valenciana que propiciará nuevas oportunidades con los países de la cuenca del mar Mediterráneo .

Final feliz para un edificio que fue estación término del Ferrocarril entre Alicante y Murcia con ramal a Torrevieja desde el 6 de julio de 1887 hasta el primero de marzo de 1978, casi 91 años. Tuvo la suerte de quedar fuera de servicio cuando ya había pasado la fiebre de la piqueta en ciudades y pueblos de España y por ello a la espera de su reutilización, que ha llegado 35 años después para la estación donde está la placa que mide menos altura sobre el nivel del mar de toda la red española de vía ancha ( 2 m. 325 mm). Decisión acertada, incluso para el servicio ferroviario, ya que en 1982 tuvo que volver a ser terminal de los trenes de cercanías de la línea de Murcia hasta que repararon los daños ocasionados por una riada en la vía de enlace con la estación Alicante Término, la de Madrid, y el 13 de Mayo de 1984 fue su día de gloria: punto de partida y llegada de un tren especial con locomotora de vapor para conmemorar el centenario de la línea. Incluso entre 1971 y 1975 los trenes de cercanías, entonces ferrobuses diesel, prolongaban su viaje hasta un apeadero en el Paseo de Canalejas para dejar a los viajeros más cerca del centro de Alicante.

Tras años de abandono el año 2009 el Ministerio de Fomento cedió el edificio para su reutilización como sede de Casa Mediterráneo y acordó con la Generalitat Valenciana y los Ayuntamientos de Alicante, Benidorm y Xàbia (sede y subsedes de la entidad) el reparto del pago de los 12,4 millones de euros para la restauración y adecuación de la estación y su marquesina metálica. Según nota de prensa el ministerio ha pagado los 7,5 millones acordados mientras que los restantes firmantes sólo lo han hecho entre el 8 y el 63 por ciento de lo pactado. De las tres fases del proyecto de rehabilitación han acometido dos, siendo la tercera sustituida, según Casa Mediterráneo, de manera parcial y temporal, por un proyecto de habilitación provisional que ha permitido cerrar el edificio, salvaguardarlo de las inclemencias del tiempo y del vandalismo, permitir su uso para oficinas y espacios de usos múltiples, y rebajar el volumen a climatizar.


PARTE DE UN PROYECTO FRUSTRADO PARA EL CORREDOR MEDITERRÁNEO

            Según Vicente Ramos en su libro “Historia de la provincia de Alicante y de su capital” el proyecto de unir con vía ancha Alicante con Murcia y Denia fue una iniciativa del banquero alicantino Juan Bautista Lafora, cuyos antecedentes se remontan a los años 1864 -1867 retomando, al parecer, parte del viejo proyecto Murcia-Figueras y otros posteriores sin realizar. Lafora vió inaugurar el 11 de mayo de 1884 la línea entre  Alicante y Murcia, cuyos proyectos y estudios le adquirió en 1881 la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces para con su construcción tener una cabecera de puente de una línea que prolongada hasta Granada permitiera a su red una salida al mar por Alicante, enlazando importantes comarcas agrícolas con algunas incipientes industrias y continuarla por la costa buscando el enlace hacia Francia. Sin embargo, sus pretensiones no se cumplieron, y los 332 kilómetros entre Murcia y Granada estuvieron repartidos entre cinco compañías distintas, con los problemas que ello conlleva para la agilización de los servicios, y con la particularidad añadida, que en los once últimos kilómetros entre Alquerías y Murcia los trenes de Alicante corrían sobre las vías del Ferrocarril Albacete-Cartagena de la Compañía M.Z.A. (Madrid-Zaragoza-Alicante). Por ello fue un adelanto importante el establecimiento en 1929 de un tren directo entre Alicante y Granada. Pero un tren para el Guiness por su incomodidad y lentitud:  15 horas sobre coches de viajeros de dos ejes para recorrer 408 kilómetros a la “pavorosa” (así la criticaban en 1932) velocidad media de 27 km/hora que incluso empeoró hasta las 17 horas y 15 minutos en 1948. Posteriormente, y según lo iba permitiendo la mejora de las vías hubo reducciones de tiempo de viaje con mejores trenes, siendo el Ter el de más calidad en los últimos años en servicio de la estación.

            En cuanto al Ferrocarril hasta Denia fue finalmente construido en vía estrecha entre 1914 y 1915 y frustró el proyecto de continuar con vía ancha por la costa hasta Valencia.

            Cuan diferente hubiera sido desde siglo y medio atrás el desarrollo ferroviario de la costa mediterránea si todos los gobiernos de la nación habidos en tan dilatado periodo tiempo en vez de apoyar sólo las líneas radiales hubieran tenido el mismo comportamiento hacia las costeras y transversales que no pasaran por Madrid, como es el caso de la relación entre Valencia, Denia, Alicante, Murcia y Granada.

            Cuando en 1978 cerraron al tráfico de viajeros la estación de Benalúa centralizaron los servicios en Alicante-Término, pero con un retroceso, calificado de provisional, en San Gabriel, hasta que construyeran la unión directa hacia Torrellano. Provisionalidad que continua y persistiera hasta que terminen los enlaces según los proyectos en curso de ejecución. Un retroceso para los servicios de cercanías Alicante-Murcia, pero dos en cinco kilómetros, Alicante Término y San Gabriel, para los trenes procedentes de Valencia que continúan hacia Murcia y Cartagena. Emplean más tiempo de viaje y pierden competitividad con la autovía.

            Línea entre Alicante y Murcia donde los servicios de cercanías todavía son realizados con automotores adquiridos por Renfe en 1982, los trenes diesel autopropulsados (sin locomotora y coches) más viejos en servicio en la red ferroviaria de ancho ibérico.

            Vieja estación pero tres años menos que la línea ya que entre el 11 de mayo de 1884 y el 6 de julio de 1887 los trenes utilizaron un embarcadero (así denominaban entonces a las estaciones) provisional junto al fielato de Babel.                                      

        
Esteban Gonzalo Rogel

        Publicado en Topturisme.com  el 7 de abril del 2013