sábado, 9 de noviembre de 2013

LAS CONSECUENCIAS DE AMIGUISMOS Y CENSURAS DEBEN TENER SOLUCIÓN

 

            Si no hay mucha suerte antes de diciembre desaparecerán Canal 9 y Radio 9.

Que dejen de emitir cadenas de televisión y emisoras de radio por desaparición o fusión con otras se puede tener en cuenta como normal en un mercado competitivo que, además, en el caso español está perjudicado por enormes deudas públicas y privadas que frenan la captación de publicidad, que es su sustento.

Cierran RTVV por su elevado coste de mantenimiento debido a su desproporcionada plantilla de personal, triplicada a partir de 1995, y al bajísimo índice de audiencia, al que ha llegado tanto por la competencia de otras cadenas como por la pérdida de credibilidad ante los potenciales telespectadores

Pero no es lo mismo una cadena pública nacional que una regional, ya que éstas por cercanía están más al tanto de los acontecimientos de toda índole de la zona que abarcan y si cumplen con sus postulados fundacionales son potenciadoras y divulgadoras culturales y turísticas de un pueblo, máxime en el valenciano con lengua autóctona, así como un instrumento clave para la cohesión y reafirmación de sus características.

La experiencia en programas y series que han resaltado esos valores ha demostrado que los valencianos de las tres provincias saben valorar la oferta de programas de calidad y que nos hablen de lo nuestro.

Deben adecuar la plantilla pero respetando la antigüedad, sin beneficiar a los afines, y contarlo todo no sólo las noticias que sean positivas para el partido político que gobierne.

Igualmente, deben tener paciencia para la recuperación de la audiencia sin aturrullamientos, como en cualquier industria, comercio o servicio, ya que las pérdidas de clientes o telespectadores, según lo que corresponda, pueden ser muy rápidas y las recuperaciones lentas y conforme van comprobando que la veracidad es continuada.

Respecto al tren, la parcela básica de este blog, tener una cadena regional es importante por su cercanía para conmemoraciones y reivindicaciones (sin censurarlas) de las líneas férreas de una Comunidad como la Valenciana donde tanto el gobierno regional como el nacional, omnibulados por la alta velocidad, se desentienden de varias líneas de ancho ibérico, como si quisieran que alguna tuviera el mismo destino que han preparado para RTVV.

No es ético perjudicar a los ciudadanos en aquello donde son responsables y deben solucionarlo quienes engrosaron inadecuadamente la plantilla de RTVV y con su forma de actuar propiciaron que la audiencia, que en 1992 era del 22,5% y en el año 2000 del 20,2%, haya bajado a un ridículo 3,8% el pasado mes de octubre..

 
Esteban Gonzalo Rogel     09-11-2013