martes, 7 de marzo de 2017

METROVALENCIA, LAS CONSECUENCIAS DEL ERE DEL 2013

El pasado día 6 de este mes el Gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, Ángel García de la Bandera convocó a los medios de comunicación para explicarles los resultados del año anterior y los estudios realizados sobre utilización de la red, las reclamaciones habidas y el grado de satisfacción de los usuarios, los proyectos, y que la mejora económica y el aumento de actividad han demostrado el disparate que para el devenir de FGV ha supuesto el ERE realizado en el 2013 para recortar gastos sin prever futuras necesidades.

Dijo, que para aumentar frecuencias y captar más viajeros en Metrovalencia se contraponen la falta de capacidad en algunos trazados, como es el caso de la vía única en las secciones Alboraya-Rafebunyol, Torrent-Picassent, Paterna-La Canyada-Entrepins y Seminari-Bétera, y de conductores, ya que no hay ni siquiera los suficientes para atender los servicios actuales.

La incongruencia es que sobran muchos trenes, porque compraron demasiados e incluso tienen que vender a precio de saldo los 18 que inauguraron la línea 3 en 1995, y faltan maquinistas.  

Mientras que el Consell es partidario que quienes conduzcan los trenes y atienden la seguridad sean empleados de Metrovalencia, la ley que limita la contratación de trabajadores sí que permite externalizar servicios, o sea favorecer la privatización.

Ello, en una entidad autonómica que desde el mencionado año 2013, que paradoja, está recuperando viajeros, y los empleados han firmado nuevo convenio colectivo después de cinco años sin tenerlo.

El Gobierno Valenciano debe apoyar al máximo la petición que el Director Gerente ha hecho por escrito al Ministerio de Hacienda para revertir el nefasto ERE del 2013 y se puedan solucionar los problemas actuales con perspectiva de futuro en conducción y otros servicios básicos de la explotación.

Asimismo, meterse de lleno y con urgencia, dando soluciones concretas, para que no prospere la amenaza de huelga de trenes y tranvías entre los días 15 y 20 de este mes.

Sería mala publicidad turística que el año que las Fallas estrenan ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, valencianos y visitantes vieran grandemente dificultados sus desplazamientos. Por ello, creo que Valencia Turisme también tendría que implicarse en la solución.

Esteban Gonzalo Rogel                                           07-03-2017