Hasta el
domingo 5 de marzo, aunque sería deseable más días, llamará la atención de
viandantes y conductores el restaurado “Portugués” 503 que ha sido colocado
sobre unas vías en la explanada de acceso a la antigua estación Pont de Fusta,
actualmente sede de la Policía de la Generalitat.
Es la parte
más llamativa de una exposición que continua con fotografías, itinerarios,
documentos y objetos en lo que fue vestíbulo de la estación, cuyas paredes conservan
el alicatado de su mitad inferior con los coloristas azulejos de la época de la
CTFV y en lugar muy visible el mosaico con el homenaje de los Amigos del
Ferrocarril cuando en 1992 cumplió cien años la terminal ferroviaria. Estación
que el próximo 8 de julio cumplirá el siglo y cuarto de su apertura al servicio
público junto con el tramo ferroviario Marxalenes-Valencia-Grao, que además el
próximo 7 de abril cumplirá el centenario de su electrificación.
La muestra fue
inaugurada el pasado 28 de febrero en el transcurso de un acto institucional promovido
por FGV para conmemorar el trigésimo aniversario del comienzo de su gestión de
los servicios ferroviarios de vía estrecha de Alicante y Valencia. Efeméride relevando
a la estatal Feve que se cumplió el pasado 1 de enero.
Un acto donde
el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el alcalde de València, Joan Ribó y
la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María
José Salvador, coincidieron en la reivindicación de las ayudas estatales para
transportes que sí reciben otras comunidades y servirían para mejorar los
servicios y seguir creciendo, entendiéndose en ello la gran cantidad de
inversión pendiente de realizar por FGV en Alicante y Valencia que no permite
el gran endeudamiento. También sobre la tan reclamada financiación autonómica
adecuada, y un recuerdo especial a las víctimas y heridos del accidente del
2006.
El Alcalde de
València recordó sus viajes en el trenet de su época de estudiante, resaltó la
importancia en la utilización de los servicios públicos de transporte para una
ciudad más amable, y pidió la terminación de la T-2 cuando lo permitan las
disponibilidades económicas.
Por su parte Ángel
García de la Bandera, Gerente de FGV, se centró en los aspectos ferroviarios, en
el cambio cualitativo tan grande habido en la transformación de las líneas del
antiguo trenet en las de metro y
tranvía actuales con la adición de otras, y resaltó el pundonor profesional de
los empleados de la empresa autonómica. Elogio que también hicieron el
President de la Generalitat y la Consellera.
FGV entregó
galardones a José María Rivero y Eugenio Burriel como gestores de los años
iniciales y a Joan Lerma, entonces president de la Generalitat.
Finalizó el
acto institucional con un viaje en tranvía entre las paradas Pont de Fusta y
Benimaclet.
El expuesto
automotor eléctrico 503 perteneció a un lote de coches motores y remolques
construidos por Wumag de Alemania en los años 1928 y 1929 pero comprados a
Portugal, que no los había utilizado, en 1942 por la Compañía de Tranvías y
Ferrocarriles de Valencia (CTFV). Conocidos como portugueses fueron puestos en
circulación entre 1943 y 1947 y paulatinamente retirados de su vida activa
entre 1984 y 1987. Automotores y remolques formaron composiciones muy
homogéneas al ser iguales las carrocerías. Trenes que en su larga vida fueron
los más habituales en los servicios entre Valencia y Paterna.
Para quienes
no conocieron los viejos trenets la
expectación de ver en qué tipo de vehículos viajaron sus padres y abuelos,
mientras que a los muy mayores, como es mi caso, se nos agolpan los recuerdos
de los numerosos viajes realizados.
Interior
automotor y exposición visitables hasta el 5 de marzo, de 10 a 14 horas y de 16
a 20 horas.
Los miembros
de AVAF asistentes al acto recibimos con sorpresa una carta, con texto en
castellano en una cara y en valenciano en el reverso, donde la Estación Pont de
Fusta nos cuenta los aconteceres más destacados de su siglo de vida.